Esta es la primera entrega de la serie “Nuestro impacto en datos”, basada en los resultados de tres años de encuestas consecutivas entre los participantes de las Escuelas Rurales Alternativas (ERA). En esta ocasión analizamos cómo el trabajo colaborativo en los proyectos productivos desarrollados en las ERA, con su característica metodología de aprender haciendo, demuestra ser una forma efectiva de construir confianza entre reincorporados, campesinos, e instituciones públicas y privadas.
Reconocerse en la colaboración
Uno de los aspectos sobresalientes de los resultados de estas encuestas es el aumento que muestran en los niveles de confianza entre los actores involucrados en las ERA, siendo mucho más fuerte entre quienes comparten más tiempo juntos en el trabajo cotidiano: las comunidades campesinas, las personas en proceso de reincorporación y el personal de PASO Colombia. La confianza hacia las instituciones del Estado y la empresa privada involucradas en estas plataformas de colaboración también muestran un crecimiento positivo.
Cuando se les preguntó a los participantes cómo ha cambiado su confianza en los diferentes actores, como resultado de su trabajo en las ERA, el 71% de los miembros de la comunidad respondió que su confianza en los excombatientes ha mejorado. De forma similar, el 82% de los excombatientes afirmaron que su confianza en los miembros de la comunidad ha aumentado. En relación a otras instituciones, para el 89% de los encuestados la confianza en PASO Colombia ha mejorado y para el 61% su confianza frente a otras ONG se incrementó. Frente a los gobiernos locales el 35% de los participantes manifestaron haber aumentado su confianza y el 20% hacia el gobierno nacional.
Estas cifras indican que la propuesta de las ERA como medios para construir confianza y tejido social a través del trabajo colaborativo en actividades productivas arroja hasta el momento resultados positivos. Esto se ha logrado gracias a un modelo que ha evolucionado en el trabajo territorial como alternativa a dos de las lógicas con las que tradicionalmente se han intervenido las comunidades rurales afectadas por el conflicto armado y las economías ilegales:
- Frente a la lógica de la ayuda, que se acerca a la personas como beneficiarias, PASO trabaja con las comunidades como socias, dejando capacidades instaladas, generando empresa y empleo bajo un modelo cooperativo, y transformándolas en impulsoras del desarrollo de sus territorios.
- A diferencia de la lógica del emprendimiento individual, que convierte a los miembros de una comunidad en competidores, las ERA promueven modelos asociativos en los que las personas que viven en un mismo territorio pueden cooperar para crear economías de escala o encontrar solución a problemas compartidos.
Estas dos lógicas que gobiernan la interacción cotidiana en las ERA permiten fortalecer la autoconfianza de las personas involucradas, así como la confianza entre quienes colaboran en la construcción de soluciones colectivas. Esta confianza, abonada por un ambiente de colaboración, se ve reflejada también en el hecho de que entre los participantes hay una decisión clara de solucionar los conflictos mediante el diálogo y los acuerdos mutuos. Cuando se presentan conflictos o problemas en la cooperativa, estos se solucionan en un 93% mediante diálogo y acuerdos entre los participantes.
Confianza y aprendizaje colectivo
El papel de PASO Colombia en las ERA se enfoca en un acompañamiento permanente orientado a catalizar procesos que garanticen una integración adecuada entre el capital económico, el acceso a mercados, el trabajo, la tierra y el conocimiento necesarios para el éxito de los proyectos productivos específicos que acompaña. Así, la metodología de aprender haciendo ayuda a que los participantes superen el temor a equivocarse, asumiendo riesgos compartidos y aprendiendo rápidamente los errores con el apoyo de los profesionales adecuados. Esta dinámica, que incentiva la autoconfianza individual y moviliza la confianza entre compañeros, abona el terreno para emprender nuevos retos y crear alianzas con otros actores.
Como lo destacó el informe de la Universidad de Notre Dame, respecto al trabajo de PASO Colombia en la implementación del Plan de Contingencia en Apoyo a Familias Erradicadoras de Coca, los extensionistas actúan como la encarnación del enfoque de PASO en los territorios. Su papel es clave ya que brindan un acompañamiento directo y constante, en el que además de escuchar los problemas, recogen también las propuestas y sueños de los participantes.
“En esencia, todo el equipo de PASO, desde los extensionistas hasta cada miembro del staff, respetan la dignidad y la humanidad de todos aquellos a quienes sirven. Al reconocer el valor inherente de cada persona y sus contribuciones, PASO genera confianza. Además, crea agencia entre los participantes de sus programas, ya que ven que PASO apoya sus ideas, fomentando así la verdadera colaboración hacia mejores soluciones.”
Los planes de trabajo que acompaña el extensionista son concertados colectivamente y la asistencia técnica y contenidos pedagógicos se planean de acuerdo a las necesidades puntuales de cada proyecto productivo, adaptadas a las condiciones de cada territorio. De esta forma se construyen lazos de confianza con la comunidad basados en el compartir tiempo juntos resolviendo problemas comunes.
En este sentido, los resultados de las encuestas también indican cómo en las ERA donde hay mejores calificaciones a la asistencia técnica recibida por parte de los extensionistas, se presentan niveles de confianza más altos entre los miembros de la comunidad y hacia PASO Colombia. En el agregado general el 76% de los participantes indicaron que la asistencia técnica dada por los extensionistas en los proyectos de las ERA es buena o excelente, además, el 97% considera que estos proyectos han sido muy importantes para sus vidas.
Juntos nos sentimos más seguros
Las interacciones solidarias, la consolidación mediante el trabajo diario de proyectos productivos, la adecuación de infraestructuras, el diálogo como herramienta para la solución de problemas, y la co-creación de planes para el desarrollo territorial, permiten que las ERA sean un espacio con mejores percepciones de seguridad para sus participantes. A mediano plazo, en ellas se construyen proyectos y vínculos que ofrecen garantías para mejorar la calidad de vida de los participantes. En este sentido, se crea un espacio donde la vida y el entorno no son hostiles y así mismo las percepciones de riesgo se transforman: el 66% de los encuestados afirmó que en la ERA se sienten con menos riesgos personales. Siendo este un cambio de percepción importante, ya que en los distintos territorios donde las ERA están presentes, los niveles de violencia e inseguridad persisten o se han incrementado.
Pasar tiempo juntos es transformador: las ERA se construyen como espacios que cambian paradigmas respecto a la información y las relaciones interpersonales. En ellas, los participantes establecen relaciones clave para alcanzar una integración alrededor de la paz territorial junto a la comunidad internacional, instituciones privadas, entidades gubernamentales y otras comunidades de la región. Y este relacionamiento sirve como punto de encuentro para la creación de nuevos proyectos o la movilización de aquellos que estaban estancados. De esta forma, se despliegan una serie de acciones interconectadas que parten desde los elementos más personales, como la confianza entre los vecinos o las autopercepciones de riesgos, y llegan hasta la consolidación de proyectos productivos cuyo impacto económico alcanza a diferentes asociaciones, cooperativas o regiones.
Estos resultados también llenan de confianza al equipo de PASO Colombia para seguir caminando por la senda abierta con las comunidades que han participado en la co-creación de las Escuelas Rurales Alternativas, como plataformas de colaboración para la construcción de una paz sostenible en los territorios rurales de Colombia.